Villa de Boal
En la ladera de la sierra de Penouta, cuenta con una situación estratégica privilegiada al estar en la encrucijada natural entre el medio Navia y el valle del Porcía.
Se puede decir que esta formada por tres partes diferenciadas:
La parte alta, con sus callejas de trazado irregular y sus antiguas casonas como la de la Torre o la de los Fuertes y Acevedo, es conocida como “Boal de Arriba” y constituye la parte más antigua de la villa. En ella podremos visitar también uno de los muchos lavaderos que existen dispersos por el concejo, que aún hoy en ocasiones sigue siendo lugar de reunión para algunas de las vecinas.
La zona central, en la que se encuentra situada la Iglesia Parroquial de Santiago (1834 – 1837) y el Ayuntamiento, perteneciente a una época más reciente, abarca la mayor parte del movimiento comercial y hostelero.
Boal de Abajo, la parte más baja del pueblo está marcada por sus “casas de indianos”, fruto del dinero que los emigrantes a Cuba y otros países de América invirtieron en su concejo natal.
Un claro ejemplo de la arquitectura indiana es el edificio de las Escuelas Graduadas, que recibe al viajero a la entrada a la capital del concejo. Fue construida entre 1930 y 1934 y promovida por la Sociedad de Naturales del Concejo de Boal en La Habana junto con aportaciones del Estado y emigrantes a Buenos Aires.
Otro ejemplo destacado es Villa Anita, del año 1926. Sus paredes exteriores, cubiertas por azulejos de Talavera, llaman la atención de todo aquel que se acerca a ella.
Además del lavadero de la zona de Boal de Arriba, como se ha explicado, existen muchos más dispersos por el concejo. El más grande de ellos se encuentra situado en plena Villa. Fue inaugurado en 1928, y construido con capitales americanos de uno de muchos emigrantes. A día de hoy alberga el Centro de Interpretación de Lavaderos de Boal