Arquitectura de la emigración

Villa Anita (19)

Construída por Celestino Martínez (1881-1955) nació en Villar de San Pedro.
Emprendió el viaje a Cuba con tan solo nueve años. Allí, tras desempeñar diferentes oficios, decidió montar su propia empresa: La fábrica de dulces y fideos El Sol y La Victoria, que se convirtió en una de las más importantes del sector, dedicando parte de su producción a la exportación con destino a los Estados Unidos y Méjico. Su hermano José María sería su socio. A mediados de la década de los veinte Celestino Martínez regresó a Boal donde construyó  Villa Anita,  uno de los edificios más emblemáticos del concejo y posteriormente sería alcalde de Boal.
Villa Anita fue construida en 1926 por Celestino Martínez. Se trata de un chalé de mediano tamaño con planta en forma de T y tres pisos. La cubierta de pizarra a dos aguas presenta una vertiente pronunciada y líneas suavemente cóncavas en los extremos laterales de inspiración japonesista. Los vanos combinan diferentes tipos de arcos como los ojivales, carpaneles, medio punto e incluso los de herradura. Especialmente interesante resulta la galería volada de la fachada principal con una cristalería policromada y grabados coloreados.

Pero, sin duda, su elemento mas destacado es la decoración de sus fachadas revestidas de esplendidos azulejos coloreados que en la principal imitan formas vegetales. Esta ornamentación fue diseñada por Juan Ruiz de Luna.

El Zanco (12)

Construida en 1925.Los hermanos José y Victoriano Martínez, naturales de Peirones, muy jóvenes, con trece años, emigraron a Cuba. Fueron empleados por su tío que poseía varias ferreterías, negocio en el que prosperaron llegando a enriquecerse.
José Martínez fue Presidente del Centro Asturiano y de los Naturales de Boal. Victoriano a su regreso a Boal levanto su una nueva vivienda. El diseño fue encargado a Manuel del Busto al que probablemente conoció en La Habana mientras se dirigía las obras de la nueva sede del Centro Asturiano. Victoriano Martínez  falleció en Boal en el año 1967.
Destaca el pórtico de la fachada principal, apoyado en cuatro columnas cubierto a cuatro aguas con pizarra y dos pináculos en el tejado. En la actualidad destaca por su magnífico estado de conservación.

Villa Damiana (2)

Construida  para sus padres por José Benito Sánchez Santa Eulalia en el año 1919, lleva el nombre de su madre.
Se trata de un edificio de dos pisos con planta rectangular y un claro carácter historicista, muy de moda entre la burguesía de las primeras décadas del siglo XX. Nos recuerda a las viviendas renacentistas italianas. Destaca la cornisa y las molduras de los vanos. En su fachada posterior presenta una galería acristalada, elemento que con diferentes variaciones aparece en otras construcciones de la zona. En el interior se cuidaron todo los detalles para ofrecer la máxima comodidad a sus habitantes, presentando por otro lado una  interesante decoración pictórica.

Helenias(3)

Construido en 1925 como lugar de ocio para los emigrantes retornados. En la planta baja albergaba una sala de espectáculos y baile y en la primera el casino. Posteriormente fue un cine y una sala de fiestas. Así como discoteca  durante la década de los 80.

Un  cartel de la época

Casa Eduardo Blanco(8)

Eduardo Blanco, emigrante retornado, fue alcalde de Boal y presidente de la primera delegación  de la “La Sociedad de Naturales”. Posteriormente ejercería de delegado hasta que a mediados de los años veinte fue sustituido por Constantino Peláez.
Fue uno de los propietario de Blanco, Sánchez y cia dedicada al comercio de clavos .
De la vivienda, destaca la galería enrasada de madera tallada.
En un lateral se sitúa el jardín que cuenta con una fuente y un cenador.
Para hacer frente a un mercado cada vez más duro, en 1908 se forma en Boal la sociedad en comandita «Blanco Sánchez y Cía.» para la comercialización de clavos. Las tres partes que constituyen la nueva sociedad eran otras tantas casas dedicadas al comercio de clavos. Con esta asociación buscaban conseguir una dimensión mayor y una organización comercial más eficaz. Las tres partes aportarían las existencias de cada casa. El objeto de la sociedad era, por un lado, la importación, compra y venta de toda clase de hierros, y, por otra, la fabricación y venta de clavos y tachuelas de todas clases, pudiendo extender sus operaciones a otros ramos de comercio.
En 1909 «Blanco Sánchez y Cía.» establece con «Martínez y Cía.», otra sociedad de comerciantes de clavos, un acuerdo que dura hasta 1913 por el que unifican las tarifas de precios. Asimismo, en 1916 se firma un convenio entre estas dos sociedades y una tercera para la venta de clavos de madreña en Asturias con la intención de repartirse el mercado del país. En ese momento, estas sociedades eran ya las únicas que se dedicaban a la comercialización de clavos artesanos.

Las condiciones del mercado se hacen cada vez más duras para esta actividad y la sociedad «Blanco Sánchez y Cía.», que en 1923 se había reconstituido bajo el nombre de «Víctor Blanco Sánchez», languidece a partir de 1925 hasta finalizar totalmente su actividad en 1940 con la liquidación de sus bienes. Todavía quedaban en Boal herreros que fabricaban en sus fraguas clavos, pero su mercado, a diferencia de las anteriores sociedades, era local y muy restringido

Casa Valentín Blanco(4)

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En la calle principal de Melquiades Álvarez, también su hermano Valentín  Blanco construyó su  vivienda en 1914 .Edificio esbelto y muy vertical. Se trata de una construcción funcional, en la que la inexistencia de buhardilla adquiere mucha importancia el balcón voladizo, construido con hierro que recorre la planta en su fachada principal sin tener ningún cierre
Destaca la utilización abundante de ladrillo. El tejado está cubierto de pizarra a 4 aguas.

Este edificio fué durante bastantes años oficina de correos y posteriormente Orlando de Almacenes, fundo una academia que sería el origen del Instituto Libre Adoptado de Enseñanza Media

Los boaleses, como el resto de asturianos emigrantes en tierra americanas, nunca se olvidaron de su tierra ni de los suyos, de aquellos que quedaban en una España con hambre y miseria. Y sobre todo, aprendieron, desde que llegaron a tierras de ultramar, que tan importante como ganar dinero lo es más, si cabe